Fernando Almena dedica preferentemente su creación literaria al teatro y la narrativa. Como autor teatral ha sido galardonado con numerosos premios. Destaca su labor en la literatura infantil y juvenil, dentro de la que ha publicado la mayor parte de sus obras. Es uno de nuestros más relevantes autores de teatro infantil y juvenil, entre cuyas obras podemos resaltar: Teatro para escolares, La boda del comecocos, Los pieles rojas no quieren hacer el indio, El cisne negro y La piel del león. En narrativa autor de libros muy conocidos por los niños, como Un solo de clarinete, El maestro Ciruela, Tartesos, Pocachicha... Con El jardín de los cantares acomete un género nuevo en su producción literaria para niños: la poesía.
El maestro ciruela.
Escrito por Fernando Almena, cuenta con 114 páginas distribuidas en 11 capítulos y epílogo. Fue lanzado al mercado por primera vez en 1987 por Susaeta Ediciones. Este es un libro infantil, con una narración en tercera persona y lenguaje sencillo
La historia se desarrolla en Madrid, donde al inicio del año escolar y a falta de un maestro, es enviado uno nuevo por parte del ministerio, aunque este no sea un maestro convencional, sino por el contrario, tan osado y singular en su forma de ser y vestir que al principio no es bien recibido, ni por los directivos de la institución, ni por el estudiantado (que lo ve como una figura cómica y no de autoridad). A pesar de esto el maestro demuestra todos sus conocimientos y capacidad de enseñar a lo largo del curso con métodos revolucionarios de enseñanza práctica, influyendo inclusive en la vida personal de sus alumnos y resaltando que la enseñanza no debe ser autoritaria, sino un proceso en el que los estudiantes aprendan tanto lo bueno, como lo malo para sus vidas y ellos puedan elegir lo que a su parecer más les convenga.
Demostrar que se puede educar a las personas a través de distintos métodos que no necesariamente tienen que ser innovadores, sino que con pocos elementos aprender se convierta en algo divertido y no tedioso como suele ser. Hacer a los estudiantes más partícipes de su propia formación pueden cambiar la clase y convertirla en un verdadero momento para nuestra formación personal.
ResponderEliminarInteresante libro!